LXXI
GAL
Matar y robar al alimón,
secuestrar, torturar fue su delito.
Dineros del Estado expedito
pagaba todo para la ocasión,
robado sin tasa en el mogollón.
Presidente, ministros, secretarios,
militantes, policías, funcionarios:
todo dios trincó con violencia y mando,
pues, dioses al fin, de votos de un bando,
piensan todos ser adjudicatarios.
LXXII
AMOR
Tengo una herida de amor,
mana sangre que es el llanto.
Tu belleza mi quebranto,
mi pasión es mi dolor,
tu fuego es el amargor.
No tengo en tierra sustento,
ni en los aires el contento.
Que no hay bálsamo preciso,
ni consuelo yo diviso,
según marca ese tormento.
Tal vez el agua en tu valle
calmara mi sed herida,
tomada en arremetida
plena, y en todo detalle,
marcándote bien el talle.
Es el mar de tu entrepierna,
tu lluvia toda fraterna,
tu fuego, tu tierra, tu aire.
Tomado todo al socaire
con una pasión eterna.
LXXIII
LA CANGREJA
Hurgar con el pulgar en el ojete
y brincar con el índice el chomino,
se consigue la cangreja en genuino.
Porque un dedo va sirviendo de alcahuete
y el otro saca gusto y rejolguete,
bailando del cuerpo todo gozo,
viene embocado todo el retozo.
La pinza se constriñe y se le afloja,
gozando la hembra en esta paradoja.
Esperando del miembro el alborozo.
LXXIV
GOL
Paraíso de los bobos,
la mentira aventajada,
la burla, la carcajada,
cuando no los simples robos
entrándose como embobos
de balón en portería,
como marcando la guía
de goce y felicidad,
de edén y de bondad,
comulgando en bobería.
Tiene de látigo cara
cruzada por ver la tele,
como el más puro pelele
en un balón que no para.
Ese balón que es la vara
de medir que lo domina,
lo sublima, contamina.
Balón de soso embeleso,
redondo dios ex profeso,
el que le apunta y no atina.
LXXV
VIAJE
Ir del todo hacia la nada,
de lo más alto hasta el fondo,
de lo enclenque hasta lo orondo,
de la subida a bajada,
del frío a la llamarada,
de la izquierda a la derecha,
de inocencia a la sospecha.
En variedad está el gusto
con lo joven o vetusto.
La vida la muerte acecha.
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