4 de junio de 2006


XXXVI
VIVIR
Porque vivir no es un vicio
de alegres consumidores,
ni dolor de los dolores,
ni, por supuesto, servicio.
Ni tampoco un oficio.
Porque vivir no es beber
ni trabajar por comer.
Vivir se ha vuelto tan caro,
y todos tienen por raro
vivir para perecer.

XXXVII
NO AL OCIO
El mayor negocio es guerra
porque la guerra es negocio.
Que lo sabe cualquier socio
en el llano y en la sierra,
tanto por mar como en tierra,
por el aire y en el fuego
graneado con que juego.
Que no prenda la violencia
con la negra competencia
diaria que vemos. Ruego.

XXXVIII
CONTRA LA REALIDAD

Realidad de camastrones,
de machitos encelados,
de sentimientos comprados.
Políticos quintañones,
públicas prostituciones.
Vergonzosa ansia de guita
el mandatario vomita.
Cochambrosa esclavitud
muestra toda multitud,
con su voto en comandita.

XXXIX
BUEN NEGOCIO

Si yo montara un negocio
lo haría sobre la cuna,
porque infancia sólo hay una.
O lo haría como socio,
afiliado a un buen consocio
como es sepultura y muerte;
ya que aquí nunca la suerte
tiene que fallarme a mí,
por aquello que temí.
Este es negocio fuerte.

Vender carritos de niño
o vender los ataúdes
no son dos esclavitudes
que se hagan con cariño,
ni tampoco de lampiño.
Pues los dos negocios son
de seguro y obtención.
Que para niños y muertos
los dineros están abiertos
para cualquier inversión.

XL
COMPETENCIA

Esa linda competencia
nos hace tan inhumanos.
Es más propia de marranos,
no de nuestra inteligencia.
Para mayor elocuencia
a quien tal cosa defienda
sólo le pido que entienda
que si cojo una pistola
y le disparo en la chola...
Que no plantee contienda.

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