LVI
TERRORISTA
Disteis a Agustín Romero
el nombre de terrorista,
sin que verdad os asista.
Es vuestro terror primero.
Como es tan verdadero
vuestro odio interesado,
de ignorancia acompañado.
Tenéis violencia de tontos,
fanáticos en sus prontos.
Es terrorismo el tinglado.
LVII
METAMORFOSIS
Que te claven alfileres
en la palma de la mano.
Que te cosquilleen el ano
con las borlas de ujieres,
con las trenzas de mujeres.
Todo por darte placer
en tu nuevo amanecer.
Pues saliste del armario
sabiendo el devocionario
que sabes apetecer.
Capullo estás encogido.
Luego vas y te derramas
en flecos formando llamas,
sorprendiendo el colorido
de tus entrañas nacido.
Eres una rosa abierta
celebrándote en oferta.
Cuida de que no te usen.
Contigo nos engatusen.
Cuídate y estate alerta.
LVIII
CON CARGO
Fiero y fiel como ninguno,
pues el dinero trincáis,
por ello os afanáis
en ser de todos el uno,
el primero de consuno.
Es rapacidad del zorro
vuestra guía, por el morro.
Zorruno de todo punto,
dinero ayunta conjunto,
a costa de nuestro ahorro.
LIX
PUÑO EN ROSA
Érase un puño cerrado.
Era una mano apretada,
tan mostrenca, tan cerrada,
como puñete atrancado
o quizás tan agarrado.
En atenazando un ramo
de rosa, como si el amo
del rosal él siempre fuera,
en toda la primavera.
Y la usaba de reclamo.
Que una rosa no es cosa
para jugar al reclamo,
ni para sentirse amo
del rosal donde reposa.
Una rosa es la celosa
enseña de la pasión,
pues tiene su profusión
en que es siempre perfecta.
No pertenece a una secta
que la empuña de florón.
LX
BÓLIDO FEROZ
Un tan veloz motor lleva el cacharro,
tan lince de la fuerza y la potencia,
camello de almacén y resistencia.
Tan loco de contento tiene el tarro
y la mollera tan loca del cotarro,
que vacila de lleno entre las gentes,
por calles, carreteras, en valientes
acelerones, carreras, frenadas.
Tonto perdido, al fin, de las calzadas.
Su pan de perro no encuentra los dientes.
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