30 de julio de 2006


CLXXXVI
POETA

Un poeta no es un santo
gracejo del costumbrismo,
ni tampoco un atavismo,
ni la historia ni, por tanto,
un fabricante de canto
de sirenas en capricho.
Mucho menos un redicho.
No hay que tenerle por lelo
ni tampoco con canguelo.
Un poeta no es un bicho.






CLXXXVII

ENDECHA

Poeta nunca amado,
castigo de los cielos,
foscos, eternos celos,
dolor de ser desterrado,
deseo aventurado.
Marca el duro destierro
mascando tan duro hierro.
Subir los cielos temes
por acaso te quemes.
Ya de otro fue el entierro.

CLXXXVIII
AMANTES

manuel amaba a maría
maría deseaba a pedro
y pedro para su medro
recalaba en su lucía
que querer no lo quería
ríos buscan desembocar
amantes aman amar
mas hay lagos personales
no buscan los litorales
ni se quieren derramar

CLXXXIX
PEDOS

Como pedorro putón
infla vientos de pandero,
petardos de cebadero
de tan harto comilón,
o tan colmado atracón.
Suelta soplos y cautivos
aires, no quieren archivos
en un cuerpo tan cebado.
Tu esfínter tan relajado
libera desaprensivos.

CXC
TUFO

Hay pedos como trompetas,
juicios anuncian final.
Otros hay como tumbal
sonido de pedorretas,
otros son de cuchufletas.
Pedos, en fin, de pitido
y cuesco tan sin ruido
se oyen en las narices,
en tanto que los maldices.
Pedo como el apellido.

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