9 de julio de 2006

CLXXI
ROCINANTE

Caballo único del mundo
que conoce la justicia:
dime tú de la estulticia,
dime tú como errabundo,
dime tú lector fecundo,
pues la lectura y viajes
del saber son los anclajes,
dime de tan pocos jueces
sus muchas estupideces,
del tinglado engranajes.






CLXXII
MIS POETAS

De Quevedo la certeza,
de Cervantes la ironía,
de Lope gracia tendría
como la mayor destreza,
el dominio y la viveza.
Del gran Góngora el estilo.
De Villamediana afilo
cortesía y abolengo.
Y con ello ya me tengo
por su más claro pupilo.

Y viniendo más acá.
Disfruto de la palabra
de Cernuda que la labra,
Alberti como maná,
Vallejo que me la da,
Miguel Hernández la saja,
Gil de Biedma la trabaja,
Cirlot, Ricardo Molina,
Félix Grande la fulmina
y Panero la amortaja.
[1]


CLXXIII
FRANQUISTAS

Vencieron a los vencidos
en victoriosa venganza,
sólo por llenar la panza
fueron groseros bandidos,
después de los cometidos
crímenes en una guerra.
Quien lo sabe nunca yerra.
Fue tan bestial atentado
maltratar lo asesinado,
que por siempre nos aterra.

CLXXIV
VUESTRA VERGÜENZA

Vuestra vergüenza tan poca
dice de vuestra maldad,
Y es la primera verdad
que se columbra en bicoca
el primero que os invoca:
políticos ganapanes
ladrándonos como canes.
Mordida de tiburón
es vuestro motín girón
de todos vuestros afanes.

CLXXV
MU LISTOS

Llamaron ruindad astucia,
a lo vil estiman listo,
pues ya todos se han provisto
del ansia que les acucia
del ano a la boca sucia.
El ansia no tiene fin
del uno al otro malsín.
ya devoran el dinero
con muerdos de aquí te espero,
enganchados al botín.



[1] Según qué Panero se piense, padre o hijo, el lector puede leer también, después de coma:
Panero la pintarraja
Panero la descerraja
Panero la resquebraja.

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